Ideas para una educación financiera
En tiempos difíciles es necesario poseer hábitos que eviten que nuestro dinero se diluya en gastos superfluos o inversiones erradas. Por eso, en esta ocasión te ofrecemos algunas ideas para una buena educación financiera, que te ayudarán a actuar de manera prudente.
Lo primero es que siempre debes tener metas claras; eso quiere decir que es necesario realizar un examen de conciencia y, con calma, escoger un objetivo a seguir. Debes estudiar cuál finalidad persigues (comprar una casa, educación propia o de los hijos, etcétera), para, luego, enfocarte en qué es necesario para alcanzarla.
La motivación de una meta a mediano o largo plazo te empujará a ahorrar, pues tu mente tendrá claro que no está guardando el dinero por mera avaricia, sino por un bien mayor; de modo que, una vez escogido el camino, visualízalo y no lo abandones. Por otro lado, es imprescindible tener claros los ingresos mensuales; si no sabes cuánto pagas por impuestos, servicios, alimentación, vivienda, ropa y medicinas, es probable que termines gastando más de lo que tienes.
Por eso, haz una lista de ingresos y egresos mensuales, cuadra de manera tal que estos no excedan a aquellos y que, más bien, exista un sobrante a tu favor que te permita salir de algún aprieto.
No lo olvides: dentro de tu presupuesto mensual (y fuera del excedente), debe estar una cantidad fija que usarás para tu meta a mediano o largo plazo; tú eliges el monto, pero una vez decidido, no puedes fallar.
Observa con atención los egresos mensuales y analiza si es que hay alguno que sea prescindible o, al menos, que pueda reducirse para que aproveches más tus ingresos. Si es que logras reducir el gasto, no desperdicies el dinero adicional, ahórralo.
Pon a trabajar el dinero que ahorras para tu meta, es decir, no debe estar “bajo el colchón”. Ahora existen varias alternativas para hacerlo: desde inversiones bancarias hasta planes de ahorro programado como el que ofrece Consorcio Pichincha, la mejor alternativa si la meta que escogiste es adquirir una casa o un vehículo. La idea es que el dinero rinda frutos.
Por último, pero no menos importante, siempre mantente informado. Conoce la situación de tu ciudad, de tu país; investiga las mejores opciones para invertir y cumplir con tus objetivos, no des ningún paso sin saber el terreno en el que pisas, al fin y al cabo, el verdadero camino al triunfo es el conocimiento.